jueves, 4 de diciembre de 2008

ENCUENTRO 2008: HACIA UNA IGLESIA INCLUSIVA HACEDORA DE PAZ




El dia sabado 16 de agosto nos reunimos un total de 26 pastoras y pastores de diversas denominaciones (iglesia bautista, menonita, pentecostal, comunidad de la viña, asambleas de Dios, presbiteriana y alianza cristiana y misionera, iglesias independientes), con el propósito de presentar la Red del Camino e ir tratando temas que nos competen a todos. En esta oportunidad tuvimos la visita de Juan José Barreda Toscano, peruano radicado en Argentina, y de Omar Cortés, Chile, quienes a su vez organizaron dos talleres de trabajo y reflexión.

Después de un momento de presentación de la Red del Camino y sus propositos, tuvimos un tiempo para que cada participante compartiera sobre su ministerio eclesial. Se observó varias experiencias de misión y proeclesial. Fue excelente compartir nuestras realidades ministeriales con otras de diferente trasfondo eclesial. Este momento fue muy enriquecedor

Luego de ello Juan José desarrolló el taller "Iglesia Inclusiva: 'Una iglesia en la que todos caben'". La metodología que utilizó fue muy llamativa ya que todos participaron y pudimos apreciar ciertas dimensiones particulares de la misión de la iglesia desde la inclusión. Su estudio se basó en la Carta a los Gálatas. Desafío a los presentes a mirar al otro como a uno mismo, a darle un espacio, a ser solidarios,... Hubo mucho diálogo y participación del tema.

En la tarde expuso Omar Cortes sobre "La iglesia como santuario de paz". Luego de darle una base teólogica a su experiencia, nos describió el trabajo que vienen realizando en Chile en temas relacionados con la "no violencia" y la acogida que han tenido en medio de la comunidad.

Los hermanos y hermanas que participaron estuvieron muy animados, aún cuando los expositores desconstruyeron muchos de los presupuestos dogmáticos de los presentes, se respiró un clima muy cordial y de deseo de ir caminando juntos.

El momento de almuerzo y refrigerio fue un tiempo de compartir, establecer lazos de amistad, recordar aspectos personales, testimonios de vivencia y desafios. Al final oramos comprometiendonos a seguir caminando juntos sembrando la semilla de la Palabra siendo hombres y mujeres que extienden el mensaje del Reino de Dios.




Roberto C. Flores Gonzales
RED DEL CAMINO PERU

APORTES DE NUESTROS COMPAÑEROS DE LA RED: RELACIONES DE GENERO



En este espacio vamos a reescribir algunos aportes de nuestros compañero caminantes de la red. Esperamos que sirva para la reflexión comunitaria y desafio en nuestro trabajo para el Reino de Dios

Roberto Flores
Rdc PERU

El Enfoque de Genero: Visibilizar para transformar
Mg. Carmen Mollo G
Socióloga, Comunicadora y Líder Eclesial.

Es parte ya de nuestro vocabulario el uso del término GÉNERO para cuando se intenta describir el posicionamiento, las relaciones, las condiciones de hombres y mujeres en un contexto social determinado. Sin embargo no es un concepto nuevo, su uso data desde 1955, cuando el antropólogo John Money propuso el término "papel de género" (gender role) para describir el conjunto de conductas atribuidas a las mujeres y los varones; posteriormente en 1968 el psicólogo Robert Stoller en sus estudios sobre los trastornos de la identidad sexual estableció más claramente la diferencia conceptual entre sexo y género al utilizar el concepto de "identidad de género" (gender identity) en sus investigaciones.

En la década del 70 el feminismo impulsó el uso de este concepto para enfatizar que las desigualdades entre mujeres y hombres son socialmente construidas y que no provienen de una diferenciación biológica, demostrando que las características consideradas femeninas son adquiridas por las mujeres mediante un complejo proceso individual y social, en lugar de derivarse naturalmente de su sexo biológico, debatiendo así la sustentación de la inferioridad de la mujer en las sociedades patriarcales.

Es en los años 80, que comenzó a ser utilizado como categoría de análisis por diversas disciplinas de las ciencias sociales, siendo útil para delimitar con mayor precisión cómo la diferencia (biológica) se convierte en desigualdad (económica, social y política) entre mujeres y hombres, colocando en el terreno simbólico, cultural e histórico los determinantes de la desigualdad entre los sexos.

El mundo social está lleno de significaciones, como seres sociales estamos inmersos dentro de una cultura que nos transmite toda una serie de ideas, sentimientos, y conocimientos de la realidad que vivimos y que determina nuestra acción como sujetos pertenecientes a un contexto específico. Aprendemos a conducirnos según las reglas y normas establecidas socialmente, y así posteriormente también transmitimos a generaciones nuevas todo este bagaje cultural.

Género, entonces, es un concepto que se refiere a la construcción simbólica que elabora la sociedad y que alude al conjunto de atributos socioculturales asignados a las personas a partir de su sexo y que convierten la diferencia sexual en desigualdad social. La diferencia de género no es un rasgo biológico, sino una construcción mental y sociocultural que se ha elaborado históricamente. Por lo tanto, género no es equivalente a sexo: el primero se refiere a una categoría sociológica y el segundo a una categoría biológica.

La perspectiva de género, dentro de las ciencias sociales, surge como una herramienta conceptual y metodológica necesaria para el estudio de las mujeres y los hombres. Se trata de un enfoque que permite conocer y entender mejor sus identidades personales y sociales, así como las modalidades en que ambos géneros se comportan dentro de las intrincadas y complejas estructuras que las sociedades han creado para su funcionamiento.

Asumir esta perspectiva en el análisis de la relación Hombre –Mujer, facilita develar una desigualdad prejuiciosa que coloca a la mujer en situaciones de sub ordinación por solo el hecho de ser mujer, en el plano social, económico y político, e identificar las situaciones de concentración de poder que la sociedad adjudica al hombre. No obstante también posibilita la valoración de las identidades de cada persona, al margen de su determinación biológica, reconociendo a cada cual en su calidad de ser humano con todas sus potencialidades que muchas veces son limitadas por un condicionamiento social que adjudica roles masculinos y femeninos como parámetros al cual los individuos deben sujetarse.

Reconocemos una diferencia biológica y sexual, hombre – mujer, pero diferencia que no significa ni sustenta la primacía, el poder, la desigualdad entre ambos, muy por el contrario significa una complementariedad, con iguales potencialidades y derechos de desarrollo integral y pleno. Recomponer estas relaciones parte por restaurar estos desencuentros construidos socialmente, valorando las identidades, estableciendo acciones y políticas que atienda las desigualdades históricas que han condicionado las vidas de hombres y mujeres, y promoviendo igualdad de oportunidades y de desarrollo en equidad.
Ya no hay judío ni griego;
no hay esclavo ni libre;
no hay hombre ni mujer,
porque todos vosotros sois uno
en Cristo Jesús
Gálatas 3:28

Mag. Carmen Mollo
Sociologa

APORTES DE NUESTROS COMPAÑEROS DE LA RED: HACIA UNA CULTURA DE PAZ





En este espacio vamos a reescribir algunos aportes de nuestros compañero caminantes de la red. Esperamos que sirva para la reflexión comunitaria y desafio en nuestro trabajo para el Reino de Dios

Roberto Flores
Rdc PERU


Hacia una Cultura de Paz
Alejandro Lopez
pastor menonita de la iglesia Comunidad Reto Internacional en Lima Perú

Debemos empezar por definir estos dos conceptos para entender y definir lo que significa para nosotros hoy.

Cultura, "un complejo que incluye conocimientos, creencias, arte, moral, ley, costumbres y toda serie de capacidades y hábitos que el hombre adquiere" (Tylor en Giménez y Velásquez, 2006:16)

Paz significa que "se une lo que antes estaba en oposición. Se reconoce mutuamente lo que antes se había excluido, lo que antes combatió, hirió, hizo la guerra e incluso quiso destruirse, ahora deplora las víctimas de ambos bandos y el dolor que mutuamente se infligieron". (Del Libro La Paz Comienza en las almas Editorial Carl Auer)

Podemos entonces, determinar que la "cultura de paz" es para el hombre, lo que adquirió en su vida y determinó hacer (cultura) y lo que le vino por genética (combatir a toda costa), entonces paz es una busqueda de no más conflictos.

Resumimos lo expuesto a que NO existe cultura de paz como origen humano. Sencillamente porque venimos con un mal congénito (caída de Adán).

Desde el punto de vista biológico, la vida humana obviamente inicia en el momento mismo de la concepción, exactamente cuando el esperma fertiliza al huevo. En el Salmo 51, "en pecado mi madre me concibió." Eso significa que somos humanos pecadores desde el mismo momento de la concepción.

Ahora, todos hemos sido enseñados que la concepción viene después de una batalla entre miles de miles de espermatozoides. Razón que nos ilustra la actividad competitiva para la concepción. Una sencilla y frondosa imaginación nos lleva a determinar que el motivo de no conocer una cultura de paz muy distinta a la humana es por "un problemas de espermatozoides".
Un ejemplo muy reciente y espeluznante es, darle cifras al error o mejor diríamos, horror de la genética competitiva humana. Se suele juzgar al siglo XX como un siglo muy violento, la primera guerra mundial causó más de 18 millones muertes y en la segunda guerra mundial murieron más de 55 millones de personas y 35 millones fueron heridas. Las guerras han producido más 63 millones de muertos. Ahora, se alberga la esperanza que, tras esta terrible experiencia, el siglo XXI podría llegar a ser un siglo de paz, pero por desgracia la realidad es verdaderamente horrorosa.

La fecha fatídica del 11 de septiembre, la invasión a Afganistán y la invasión a Irak, son los acontecimientos que marcaron el inicio del siglo XXI. En los años transcurridos desde el 11/09 ha habido aproximadamente 8 mil actos terroristas con 37 mil heridos y 18 mil muertos.

Muchas veces creemos que la paz viene cuando terminamos con las guerras (de creencia o de poder) y estamos más equivocados porque hay conflictos más difíciles de solucionar porque no se observan como tales. Las familias, los matrimonios, los hogares, las creencias, las sociedades, etc.
La cultura de paz, es una conceptualización divina, que fue demostrado en los primeros pasajes del libro de Génesis. El Edén (paraíso) una casa original que Dios colocó para el hábitat de la primera pareja. Y una relación comunitaria entre todas las especies creadas, nos da una muestra de lo que para Dios es "cultura de paz"; donde TODO procede del ÉL.

Por lo tanto, hoy buscamos una orientación hacia un concepto totalmente vertical, que procede desde lo alto y llega hacia quienes reconocemos a Jesucristo, como Señor y Salvador. Ello implica una responsabilidad: la praxis del concepto divino, en un mundo perturbado por los conflictos originados por una genética adánica.

"La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo" (Jn. 14:27)

La cultura de paz comienza en Dios y a Dios regresa. No busquemos los mejores conceptos y praxis, sino estamos observando la verdad vertical. Y como dijo el Papa Juan Pablo II: "Por eso América: si quieres la paz, trabaja por la justicia. Si quieres la justicia defiende la vida. Si quieres la vida, abraza la verdad, la verdad revelada por Dios".

Todos los días podemos tener la paz de Dios si dejásemos de agitarnos por lo que podría ser, o lo que pudo haber sido, y nos concentramos en lo que es. Busquemos la cultura de paz, que procede de Dios y que nos fue arrebatada por el error adánico. Y recuperemos esa paz interior que Cristo Jesús nos ofrece y lleguemos a todos los rincones de nuestro hermoso Perú como propósito divino.


Lic. Alejandro Lopez